martes, 8 de octubre de 2013

los tres libros

Ha llegado el momento de comenzar a pensar en como organizar las maletas. La tarde concluye y ya es de noche, mañana da comienzo el largo viaje hasta Guanarito. He comenzado por agrupar lo que me voy a llevar por categorías.

Lo más fácil es comenzar por la ropa: pantalones, camisetas, camisas de mangas largas, camisas de mangas cortas, calcetines y calzoncillos, y el grupo varios. Todo extendido sobre un sofá. En el suelo tres pares de calzados, unas sandalias todo terrenos, unos zapatos y las botas de montaña (es verdad que voy a "los llanos", pero el entorno y la práctica muy probablemente sea bastante campera). Ya está preparado el dispensario con un surtido preventivo de algunos medicamentos para "el viajero". En cualquier caso, no hay mayor verdad que la del dicho del prevenir es mejor que curar. Los medicamentos se encuentran a la izquierda sobre una silla. A la derecha, una selección de productos locales y propios del terruño, atesorados en los últimos días con el mucho cariño familiar (algunas cosas todavía permanecen en el frigorífico apurando su buena presencia). La gastronomía y la mesa es el mejor de los espacios "entreculturales" ;), donde son risas, descaradamente risas las sonrisas. Sin ir más lejos, ¿no es el banquete el lugar donde terminan todas las ceremonias?. Así que sí, un espacio para unos choricitos, unas cuñas de queso, bandejita de caña de lomo y ¿jamón?... ufff, vaya, no, jamón finalmente no. ¿Que más? Ah sí, ¡los documentos importantes!... Bueno,... faltan por enumerar más grupos, pero mejor me voy a poner a ello, y dejo de describirlos. Si no me veo olvidando algo importante...

Solo algo más... la selección de libros. Son fundamentales para el buen viajar y el mejor vivir, pero también es verdad que su saber ocupa y pesa cuando no está en tu cabeza. Los libros van mal con la maletas, aunque uno muy bien en una mochila. Como es un largo viaje, y allí nuevos libros nos esperan, la selección ha sido de tres y no ha resultado tan difícil (supongo que por inevitable).

El primero ha sido un regalo muy oportuno y con mucho cariño. Y es que éste año hemos estado de un pesado con Paulo Freire, que finalmente nos han regalado "Pedagogía del oprimido". Libro de referencia para que nos acompañe en nuestra andadura.

El segundo cayó prácticamente de la estantería, de fundamentos Zen, contemplación de la naturaleza y el arte como expresión, de Natsume Soseki, "Kusamakura". Es un libro muy especial en su totalidad, incluso como objeto.

Y finalmente, y no podía ser de otra manera, cuando tanto recurro a su lectura y "su recuerdo", un humanista y un referente del espíritu crítico e independiente, coherente ante la historia, que supo subordinar "las ideologías" a la moral. Esto es Albert Camus. He elegido "El hombre Rebelde", que he leído igual que "El mito de Sísifo", pero que reconozco que no he terminado de comprender.

Esa es la selección, los tres libros. Y los muchos libros que esperan.

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