un intenso fin de semana en unos días de lluvia, que en la tierra natal fueron más que tormentosos. Hoy porque llegué ayer, después de haber regresado, ni rastro queda de aquellas tormentas. El sol gobierna plácido sobre el sereno transcurrir del día en éstas calles del centro.
¿Seré yo? Esa fue mi pregunta al iniciar el fin de semana.
Aunque la propuesta de escribir una pregunta lo fuera inesperada. No fue al azar que fuera esa para nada. ¿Seré yo?. No encontré otra. Ninguna otra que pudiera sintetizar tantas otras y todas ellas tan relacionadas.Y probablemente, sean las menos obvias, aquellas no explícitas, aquellas razonadas sobre su simpleza, las que tengan su mayor propósito y sentido.
El fin de semana fue un encuentro de muchas otras personas, con muchas otras preguntas, y fueron muchos. En la diversidad debió de haber como se dice en matemáticas algún mínimo común múltiplo denominador. Pues tanto fue como se logró ese encuentro.
Por supuesto no hubo una respuesta. Pero hoy porque llegué ayer, después de haber regresado, el sol gobierna plácido sobre el sereno transcurrir del día en éstas calles del centro.
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